1977 - 13 de mayo - 2008
Una lucha sin cesar, irreductible
En el nombre de un Papa
Les envió para compartir el recordatorio sobre esta fecha que nunca podré olvidarla, el 13 de mayo, pero de 1977, cuando mi padre, fue secuestrado de la ruta nacional que une las localidades de Fraile Pintado - donde era médico pediatra en el Hospital - y la ciudad de Libertador General San Martín.
Esperaron que estuviera solo para secuestrarlo. Porque con mi madre fuimos a Tucumán a ver a mi hermana Olguita, entonces estudiante de medicina. Ellos sabían siempre de todos los movimientos de mi padre. Ese día salio del hospital Escolástico Zegada al mediodía, la Doctora Perla Chocobar y Mario Yeoryakis, lo despidieron y nunca llego a su casa. Unos vecinos que regresaban de la ciudad de San Salvador de Jujuy, pasado el mediodía de aquel 13 de mayo de 1977, lo vieron en la ruta, lo saludaron, pero mi padre no les respondió el saludo, adentro de su vehiculo había tres hombres de lentes oscuros y con saco, según cuentan esos testigos, mi padre ya viajaba rumbo a la ciudad de San pedro de Jujuy, no hacia Libertador que tenia su casa.
Su auto aparecían a los 4 meses de su secuestro en el Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires y ninguna policia caminera, lo detectó en 1977. Increíble pero real.
Un año mas sin saber dónde estas, quiénes te secuestraron, por qué lo hicieron, una justicia lamentable, sin siquiera haber respondido nunca un habeas Corpus, los ideólogos de tu desaparición, viven, como si tal cosa pero callan, y callan y nunca dirán la verdad.
El poder de la zona, mucho le convenía tu desaparición, nunca dudaron en hacerla efectiva, aunque no quedara rastros de ese hecho.
Algún día sabremos que paso con nuestros 30.000 detenidos - desaparecidos, ni el Estado Nacional, por supuesto que ni el estado provincial de Jujuy y menos el estado Departamental de Ledesma, nunca quisieron e hicieron nada, de nada para esclarecer este hecho y muchísimos hechos mas de mi querida provincia de Jujuy.
Pero nosotros tus hijos, tus hermanos de la causa, en la construcción de una sociedad justa y solidaria, nunca dejaremos de buscar, hasta encontrarte en una mano tendida, en un corazón solidario, en un anciano que tenga todas sus necesidades satisfechas, en una madre que diga tarea cumplida, cuando sus hijos encuentran un proyecto de vida. Es ahí donde estarás con esos sueños, con esa sonrisa y tus llantos contenidos.
Cuando sepamos que nuestro querido país sale hacia adelante en un camino sin retorno, hacia una unidad con nuestros hermanos de otros paises y que también buscan su lugar, su respeto y su futuro.
Hasta la victoria siempre, mi querido y admirado papá, yo no te entendía cuando era chico, porque simplemente era chico, ahora a mis 48 años, siendo el menor de mis hermanos, te admiro a vos a tus miles de hermanos que dieron lo mejor que tenían para dar, sus sueños, para que algo comience a cambiar en nuestro pais.
Ricardo Ariel Arèdez
Militante de DD.HH.
Ledesma- Jujuy con lugar de residencia en la
ciudad autónoma de Buenos Aires
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